Epilefo: El Blog Oficial

Nombre: Epilefo
Ubicación: Mexico

Chico Mexicano, osea de Mexico.

martes, febrero 24, 2009

¿Y ahora qué?


¿Y qué de nuestros domingos caminando como locos por DC? ¿Y qué de mis ojos perdidos en los tuyos? ¿Y qué de nuestros almuerzos al sol? ¿Y qué de la sonrisa con la que me recibías por las mañanas? ¿Y qué de nuestras charlas sin fin? ¿Y qué de nuestros momentos de silencio? ¿Y qué de nuestros viajes en tren? ¿Y qué de los abrazos y las rosas? ¿Y qué de las miles de palabras dichas? ¿Y qué con todo lo que todavía siento? ¿Y qué de mí, y qué de ti? Y al final, ¿qué si metí la pata contigo? ¿Y qué si fui muy intenso? ¿Y qué si te hice mi prioridad? Al fin y al cabo, todo lo que hice fue quererte. Ese fue mi pecado: quererte.

Y ahora qué me queda sino el deseo de volverte a ver. Y de pedirte que regreses a mi vida. Y que me llenes otra vez de esperanza. Y que me llenes de tus sonrisas y tus ojos, y tus rubios rizos, y de tus manos pequeñas, y de tus labios de azúcar, y de tu aroma que llevo todavía impregnado en la piel. 

¿Y qué no daría por ti, si ya he dado el alma, y la cordura, y mis meses sin ti? 
¿Y qué no daría por ti? 


lunes, febrero 16, 2009

Fotografías para probar estado de Interdicción


Fotógrafo amateur en estado de interdicción


Rojas y fragantes, envueltas en celofán, como de seda.



Caballero gallardo espera sin cesar. Respuestas que nunca llegan.



Terracota: en ella guardo tus recuerdos. Quizás algún día vuelvan a florecer.



Nunca floreó por sí sola. Hubo que comprarle una docena de rosas.



Verde, me gustas verde. Fragante y sutil. Como todas las plantas, hablas suavemente.



Pensamientos dolorosos. La vista perdida, la vida eterna.



Y así escondo mis ideas y pensamientos detrás de una cortina verde llamada vida.
Naturaleza muerta, vida en pausas.



Pedregoso, afirmó ella. Nuestro camino siempre ha sido pedregoso.



Al partir, me quedé con el cactus y tu te llevaste mi cordura.



Espinas, están por todas partes. Duelen, lastiman, pero no matan.



Tirado, vacío y lleno de todo. Nunca le perteneció a nadie.



Cuando te fuiste, las cosas quedaron intactas. Todavía me queda recoger los pedazos de vida que se quedaron en el jardín.



Esperé pacientemente cerca del estanque. Interminablemente. Todos los días, hasta que comenzó a llover. Llovió sin cesar por días. Lluvia salada. Todavía me gusta sentarme ahí. Pero ya no espero.



Perdido en la profundidad del pensamiento. De mis pensamientos. Sobre ti.


Corazón de palma. Nunca le perteneció a nadie. Siempre estuvo disponible, pero nadie lo quiso.



Rosas, fragantes. Sin respuestas, sólo silencio. Silencio.